
Salud Mental en el Deporte: Retos de un Deportista Universitario
El trabajo mental de Sara Dahlstrom que le llevó a ser una de las mejores tenistas de Estados Unidos
El Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental es el momento perfecto para tratar un tema que en ocasiones se pasa por alto en el deporte universitario: la salud mental del deportista. Para los student-athletes, compaginar sus clases, entrenamientos, competiciones y la vida lejos de casa puede resultar un reto.
En Keystone Sports, creemos que el éxito no consiste tanto en ganar trofeos o campeonatos, como en superar todos esos retos y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Esta semana, nos enorgullece presentar la inspiradora historia de Sara Dahlstrom, destacada tenista sueca que compite en la Universidad de Florida, uno de los mejores programas de tenis de Estados Unidos. Sara comparte su historia, sus desafíos y cómo pasó de plantearse abandonar el tenis, a ser nombrada una de las mejores tenistas en Estados Unidos.
Por Qué Elegí el Tenis Universitario
Cuando empecé a jugar al tenis, soñaba con convertirme en tenista profesional. Entrené y competí con la mente puesta en llegar a ser la mejor jugadora del mundo y pasé años preparándome para el circuito profesional.
Al empezar el instituto, tuve algunos problemas con mi salud física y mental, y lo que me llevo a dejar el tenis por completo para centrarme en mi recuperación. Aunque sabía que tenía que poner en pausa mis sueños en aquel momento, no estaba dispuesta a renunciar a los objetivos por los que había luchado durante tanto tiempo. Estaba decidida a seguir jugando al tenis, pero también quería continuar mis estudios.
Estados Unidos permite a los estudiantes combinar el deporte con la una carrera universitaria, lo que despertó mi interés por el tenis universitario en USA. Sabía que esto podría brindarme muchas oportunidades dentro y fuera del mundo del deporte. Después de pensarlo mucho, me di cuenta de que esta era la mejor opción para mí.
Combatiendo el estigma en torno al tenis universitario
Cuando comencé el proceso de selección para la universidad en 2020, la idea del tenis universitario no era tan popular en Suecia como lo es hoy.
Algunos incluso se referían a los tenistas universitario como «jugadores que no lograron convertirse en profesionales». En lugar de animar a los atletas a seguir jugando al tenis, incluso si eso significaba no tener la intención de convertirse en profesionales, era casi vergonzoso hablar de la universidad.
En una comunidad que carecía del interés y la información adecuados sobre el tenis universitario, tenía poca gente a mi alrededor a quien pedir consejo. Estaba acostumbrada a una cultura deportiva y sistema escolar, y me di cuenta de que no estaba familiarizada en absoluto con el sistema universitario estadounidense.
El comienzo de mi trayectoria estuvo lleno de preguntas. En aquel momento no podía llegar a imaginarme lo increíble que podía ser el tenis universitario, hasta que tuve mi primera llamada con un entrenador de una universidad de División I de Texas.

Fichar por una universidad de División I
Mi mentalidad siempre ha sido la de dar lo mejor de mi tanto en la pista como en clase. Esa mentalidad me acompaño durante mi proceso de reclutamiento y estaba decidida a fichar por una universidad de División I.
Tuve la suerte de recibir ofertas de programas universitarios reconocidos por su excelencia académica y deportiva, y desde el principio supe que quería formar parte de los Florida Gators.
Cuando firmé por la Universidad de Florida, sentí una gran satisfacción. La dedicación, las dificultades y el esfuerzo habían dado sus frutos, aunque fuese de una manera que nunca antes había imaginado. Todo fue parte de un proceso que me llevó a donde debía estar.
Me comprometí con una de las mejores universidades del país, tanto a nivel deportivo como académico, e iba a pasar los siguientes cuatro años en Estados Unidos. Tendría que adaptarme a un entorno completamente nuevo, pero estaba preparada para el desafío.
Proceso de adaptación: una nueva cultura y a un nuevo equipo
Mudarse al otro lado del mundo y comenzar una nueva etapa desde cero no es fácil. Integrarse en una cultura desconocida puede ser mentalmente agotador, y me llevó tiempo adaptarme al nuevo estilo de vida.
Fui la única freshman en llegar al equipo ese año, y no sabía cómo desenvolverme en el ambiente y las rutinas de la universidad.
Jugar en un equipo universitario significa representar a tu universidad y eso conlleva una presión añadida. Como compañera de equipo tienes la responsabilidad de ser un ejemplo y de darlo todo por los demás. Me costó encontrar la belleza en la presión que conlleva jugar para una universidad prestigiosa como la Universidad de Florida, y temía no rendir al máximo.
Empezar la universidad en medio de una pandemia mundial
Además, comencé mi trayectoria universitaria en el punto álgido de una pandemia mundial. Me dijeron que los años universidad serían «los mejores cuatro años de mi vida», pero mi primer año en Estados Unidos estuvo lejos de ser el mejor.
El primer día al llegar a Gainesville, la ciudad de los Florida Gators, tuve que aislarme en un hotel para hacerme la prueba del COVID-19. El distanciamiento social continuó después en el campus, donde 50.000 estudiantes tenían clases online. La única excepción fueron los estudiantes internacionales, que tenían que acudir a clases presenciales.
El estadio de fútbol americano, que normalmente acoge a casi 100.000 personas, tenía en esos momentos un aforo limitado de 9.000 estudiantes. Los deportistas no podíamos pasar tiempo en los vestuarios ni juntarnos en grupos con otros atletas o estudiantes. Debíamos usar mascarillas en todo momento, y era realmente incómodo y extraño. Si un atleta se contagiaba del COVID-19, tenía que pasar dos semanas de aislamiento perdiéndose cualquier tipo de entrenamiento, clases y competición.
Lesiones, Agotamiento y Desgaste Mental
Además de un comienzo ya difícil, sufrí fracturas por estrés en ambas espinillas. Las lesiones limitaron mi tiempo en la pista, pero jugar para un equipo con un historial de campeonatos nacionales era más importante para mí que escuchar a mi propio cuerpo.
Logré jugar durante toda la temporada, pero físicamente no me fue posible rendir al nivel que sabía que podría si no hubiera estado lesionada. La sensación de fracaso y decepción me hizo perder gran parte de la motivación, y quería volver a Suecia, y no regresar para mi segundo año. No quería estar cerca de una cancha de tenis ni coger una raqueta.

Buscar ayuda y cambiar la mentalidad
En un momento que parecía el fin del mundo, tuve que animarme a seguir adelante. Tras un primer año complicado, busqué la ayuda de mi familia y de profesionales para hablar sobre mi salud mental y encontrar la manera de salir adelante.
Estaba decidida a esforzarme más que nunca, tanto dentro como fuera de la cancha, y a aprovechar el tiempo que me quedaba en la universidad para convertirme en mi mejor versión como tenista y persona.
Mi regreso: Ser nombrada All-American
Convertí los malos momentos de mi primera temporada en motivación. Cambié mi preparación para el segundo año centrándome en mejorar mi fuerza y resistencia. Me preparé mentalmente para sacar lo mejor de mí en los momentos de alta presión. Al cambiar mi mentalidad y mi forma de trabajar, pude vivir la vida universitaria que había soñado.
En los siguientes semestres, disfruté cada segundo que pasé en la pista, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Alcancé los objetivos que me había propuesto antes de ir a la universidad y terminé mi carrera siendo nombrada All-American, es decir, una de las mejores jugadoras del país.
Desde que comenzó mi segundo año hasta el último punto de mi carrera universitaria, disfruté del tenis, jugué a mi mejor nivel y compartí algunos de los momentos más especiales de mi vida con mi equipo. Me había demostrado a mí misma que podía lograr cualquier cosa si no me rendía.
Un mensaje para futuros deportistas universitarios
Es importante saber que practicar deportes en la universidad a un alto nivel no es fácil. Ser fichado por una universidad de División I implica muchas horas de entrenamiento y numerosos sacrificios.
Pero esta experiencia vale cada minuto de esfuerzo, y sin duda es una etapa inolvidable.
Si estás comenzando tu carrera universitaria, te recomiendo que tengas paciencia y te des tiempo. Los cambios son difíciles y pueden resultar mentalmente agotadores. En momentos de duda, recuerda que es un estilo de vida totalmente nuevo para ti y que requiere un tiempo de adaptación. Lo que puedes hacer es prepararte física y mentalmente y llegar al campus con una buena actitud.
Si alguna vez te sientes abrumado, no dudes en pedir ayuda y utilizar los recursos de disponibles. Al principio de mi carrera universitaria, quería sentirme independiente e intentar resolver todo por mi cuenta, y eso casi me arrebató todo por lo que había trabajado tan duro. Me llevó un año darme cuenta de que no estaba sola en este camino.
Si esto sirve para inspirar a alguien a dar ese paso, le animo a aprovechar los recursos que la universidad le ofrece para trabajar la salud mental. Disfruta de la presión y tómala como una oportunidad para crecer. Los mejores cuatro años de tu vida te están esperando.
En Keystone Sports, entendemos que la salud mental de un deportista es tan importante como el entrenamiento físico. Por eso ofrecemos un Mental Coach como parte de nuestro Performance Program. El programa está diseñado por profesionales especializados en el alto rendimiento deportivo para ayudar a los atletas a trabajar la concentración, la presión y la mentalidad.
También animamos a nuestros atletas a que contacten con el departamento deportivo de su universidad. La mayoría de los programas ofrecen acceso a psicólogos que asisten en el bienestar y salud mental de los student-athletes.
La salud mental es parte del camino, y pedir apoyo es señal de fortaleza.
Comparte el artículo:
Más artículos

Mi camino para conseguir una beca de fútbol
Lara Schenk fue fichada por la universidad de Harvard. Lara nos cuenta como consiguió una beca de fútbol en una de las universidades más prestigiosas del mundo. Descubre como fue su experiencia y todos los pasos para ser fichado por

La mujer en el deporte universitario: rompiendo barreras y alcanzando el éxito
El entorno favorable del deporte universitario en Estados Unidos ha permitido a las deportistas sobresalir tanto en los estudios como en el ámbito deportivo. Maria, de Keystone Sports Nordics, nos cuenta las ventajas del sistema universitario para el deporte femenino.

Mi experiencia en el fútbol femenino universitario en Estados Unidos
Descubre las becas de fútbol femenino universitario en Estados Unidos y los recursos, oportunidades y apoyo únicos que ofrecen. La futbolista Lorena Montañés comparte su experiencia y compara el fútbol femenino en Estados Unidos y España.